Importancia de los Mitos

Hoy decimos "eso es un mito" para decir que es un cuento o una mentira. El pragmatismo a ultranza, el utilitarismo técnico de la ciencia, el racionalismo secante y la superficialidad de la historia, nos están llevando al borde de la destrucción de nuestra humanidad, a la corrupción de nuestras conciencias, y a la explotación impune del hombre y de la mujer tanto a nivel personal como social.
Herederos de una cultura occidental racionalista hemos considerado al mito como a algo engañoso, falso v erróneo. Y sin embargo desde hace unos cuantos años algunos estudiosos han llegado a la conclusión, a la misma que ya llegaron los pueblos primitivos, de que los mitos son algo real e importante, son una historia sagrada tan real como la historia científica. Es la profundidad de la historia, del cosmos, del mundo, de la humanidad. Es la hondura que tanta falta nos hace para liberarnos de las lacras que hemos anunciado más arriba.
Otra cosa es que debemos saberlos leer de nuevo con nuevos ojos en cada época y saberlos interpretar para el fin que fueron escritos o simplemente relatados.
Con el menosprecio de los mitos hemos perdido nuestra propia identidad. ¿A quiénes les interesan los mitos aymaras, quechuas o guaraníes? Sólo a los propios pueblos originarios y a algunos investigadores, Y sin embargo allí está nuestra historia sagrada, nuestro origen, nuestra identidad, como también hoy lo está en la Biblia, si la leemos como el auténtico mito que es.

El Pompero


Las pocas personas que lo han visto lo describen como un hombrecito muy pequeño que no alcanza el metro de estatura, un enano gordo, fornido, peludo y con cola. Camina con los pies para atrás para que no lo sigan y usa un sombrero de paja colorado, de alas muy anchas, traje negro y pañuelo grande y blanco que le cuelga. Algunos dicen que es alto y flaco, con el cabello largo que le cae hasta los hombres en una espesa melena y que anda con un látigo, otros lo describen como un viejito de barba larga con un bastón de oro. Suele llevar una maleta al hombro llena de quesos, dulces carne seca y otras comidas.
En realidad puede cambiar de forma y presentarse como un animal o como un hombrecito tonto
A la distancia parece un capricho , parado en las patas traseras, sus ojos no son como los nuestro sino chatos, como los del sapo, y con cejas de pelo largo. Mira fijo igual que las lechuzas, la boca es grande y alargada, con dientes blancos como la leche.
Es el dueño de los pájaros y del sol y señor de la noche
Le agrada ser amigo de una persona soltera o viuda y, como regalo, le deja de noche en el patio, colgado de un gancho, cueritos de animales silvestres, cera, plumas, azúcar, yerba, miel del monte, frutas, plata y otras cosas. Si el soltero se casa, lo abandona pues es muy celoso, pretende la mayor fidelidad y no permite que su amigo tenga otros afectos

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